sábado, 31 de enero de 2015

Biosfera II – Viviendo en una burbuja de cristal


biosfera II efificio¿Puede imaginarte una gran esfera de cristal con animales, plantas y humanos viviendo dentro? Una imagen muy evocada en las historias de ciencia ficción, donde el ser humano construye este tipo de instalaciones para sobrevivir en sitios remotos sometidos a las condiciones ambientales más adversas. Pero no hacía falta viajar a otros planetas para ver algo así, porque en la Tierra ya hubo algo similar: la Biosfera II.
Actualmente es un centro de educación e investigación, pero un tiempo atrás fue un impresionante experimento que intentaba probar que el ser humano era capaz de crear un ecosistema totalmente integrado. Esto serviría de modelo para futuras colonias en otros planetas, o incluso en el fondo del mar. La Biosfera II  (la biosfera I era la Tierra) constaba de unos 12200 metros cuadrados de superficie donde se recreaban todo tipo de terrenos, desde una selva o una sabana hasta incluso un océano, y por supuesto una granja para sustentar la vida de las personas.
En septiembre 1991 cuatro hombres y  mujeres entraron en la Biosfera II y se selló herméticamente dando inicio al ambicioso experimento, el cual no tardó ni un mes en dar sus primeros problemas. De forma inexplicable el oxígeno iba descendiendo  poco a poco desde su volumen inicial (12%), mientras el CO2 aumentaba sin parar. Finalmente el crecimiento de CO2 se estabilizó en unos 4000 ppm, que era elevado pero no peligroso. Sin embargo la perdida de oxigeno sí que era un peligro, y ésta  no dejó de ocurrir. Apenas un año después de haber empezado, el volumen de oxígeno en la esfera era un alarmante 14%, es decir el equivalente al que se encuentra a una altitud de 4300 metros. En estas condiciones la vida del equipo se volvió muy complicada por lo que hubo que bombear oxígeno puro desde fuera. ¿Qué estaba ocurriendo?

La vida en la Tierra se sustenta en un frágil equilibrio entre las fuerzas de la naturaleza. Nuestra déspota forma de actuar está rompiendo ese equilibrio. Estamos contaminando el planeta hasta niveles jamás antes vistos, y resulta evidente que no sabemos de qué forma nos va a influir, y cuando lo sepamos quizás sea muy tarde. La experiencia en la Bisofera II nos enseñó que aún nos queda muchísimo por aprender, y que la más mínima influencia sobre el ecosistema puede cambiarlo todo por completo.Tras varias investigaciones el equipo descubrió que la perdida de oxigeno se debía amicroorganismos utilizaban ese oxigeno para metabolizar el exceso de materia orgánica que se había añadido al suelo para favorecer el crecimiento de las plantas. Este descubrimiento trajo consigo otras cuestiones: Por ejemplo, si los microorganismos utilizaban grandes cantidades de oxigeno debería haber una mayor concentración de CO2 (como desperdicio de esa metabolización). Otra vez el equipo se rebanó los sesos y descubrió algo sorprendente: ¡ las paredes de concreto de la Biosfera II estaban consumiendo parte de ese CO2!  Este proceso en el que se veía involucrado la arena y la grava del concreto no solo consumía CO2, sino que también liberaba agua que reaccionaba con más CO2 produciendo un ácido corrosivo que debilitaba la estructura de la Biosfera II. En 1996 el experimento acabó prematuramente demostrando una vez más cuán complejo es nuestro planeta.
Este post quizás se salga un poco de la temática del blog, pero es un ejemplo muy didáctico, y desde cierto punto de vista tiene relación directa con los huertos urbanos los cuales sí serán un tema recurrente en el blog. ¡Espero que lo hayan disfrutado!

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